
11 títulos en cinco años. Dos Ligas, tres Champions League, dos Supercopas de España, dos Supercopas de Europa y dos Mundiales de Clubes. El nuevo título que se está disputando interrumpido por una pandemia mundial y el título que se escapó, ad portas de la segunda ola de la misma – incluso peor que la primera.
¿Y con esto no alcanza? Y es que el “Zizout” es un capricho. Un capricho que responde a la desesperación de la afición. Una disconformidad que es incapaz de evaluarse en torno a un contexto. Es seguir al equipo como un caballo de carrera, aquel que solo mira hacia adelante pues su mirada periférica está tapada.
Tampoco se trata de santificar a Zinedine Zidane. Su tozudez lo ha llevado a tomar varias decisiones que podría, tal vez, haber cambiado la historia. Aunque es bastante fácil decirlo desde fuera, cuando no es uno quien toma las decisiones y todos jugamos a ser técnicos.
Creo que Zizou merece otra oportunidad. Si bien se le ha escapado de manera escandalosa la Copa del Rey, un tanto menos desastrosa, a punto, la Liga, al menos el Real Madrid se mantiene en Champions. Insisto: en partidos con incertidumbre, con jugadores sometiéndose cada semana a pruebas PCR, a tener bajas por lo mismo y vivir un estrés constante.
¿Es, en medio de una pandemia que ya va a cumplir un año y que aún no se ha manejado, con un fútbol interrumpido, con el estrés de un mundo entero, con campeonatos anómalos, el momento de exigir y echar a un técnico que le ha dado tanto a un club?
Zidane no merece un out.
Por: Valentina Boetto Halçartegaray
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